Ubicado en un enorme penthouse situado en
la colonia Roma, transformado en restaurante.
Este ex loft que sería el sueño de muchos
de nosotros es una enorme terraza volada, con una vista estupenda, que te
transporta a un momento de tranquilidad total en nuestra ciudad tan agitada.
Entre semana, el chef propone un menú del
día o si se te antoja más puedes pedir a la carta. Nosotros fuimos a comer un
sábado y por lo tanto solo había servicio a la carta. La carta es pequeña y
concisa, la verdad yo siempre he dicho que de lo bueno poco.
En una calurosa tarde lo primero
que salta a mi vista en el menú es la sopa fría de aguacate, la verdad es que
comerme esta sopa fue toda una experiencia, cada bocado estaba lleno de
texturas y sabores que explotaban, ya que no se trata de cualquier sopa de
aguacate, el chef hizo una perfecta unión acompañándola con arúgula, piñones
tostados, jitomates cherry y un toque de aceite de oliva. Sinceramente esta muy
bien servida y para la gente “normal” podría ser casi una comida completa, pero
ya saben que yo no puedo dejar de probar una GRAN gama de platillos de los
menús…
Para continuar con esta experiencia en
este lugar tan cómodo, en el cual no puedes dejar de ver a los bar tenders innovando con cócteles (¡que
por cierto recomiendo mucho para los amantes del mezcal!), nos recomendaron un
platillo de tres tostadas una de pulpo, una de atún y una de camarón, no tengo
otra palabra que ¡delicioso! Los mariscos estaban muy frescos y estaban
sazonados a la perfección, perfecto para compartir.
Cerramos con broche de oro con un
delicioso filete en cama de puré de papa y salsa de huitlacoche, la carne
estaba perfectamente cocida y los tres ingredientes hacían una combinación
ideal.
Tengo que admitirles que no comimos postre
porque aunque no crean sí me lleno en algún momento, pero estoy segura que
están buenísimos.
En resumen, les recomiendo muchísimo este
lugar, pasaran un momento muy agradable con sus acompañantes y la verdad es
perfecto para la sobremesa, que tengo que admitir es lo que más me gusta. No
dejen de visitar el Comedor Romita ya
que vale la pena totalmente, pero eso si ¡no olviden reservar!
Romita
Comedor
Álvaro
Obregon 49, Roma
55258975
Precio
$250 - $300